miércoles, 20 de marzo de 2019

Un momento feliz

Era una noche oscura y silenciosa, estaba acomodado en mi cama junto a la ventana, una cama algo extraña ya que se parecía a un camarote, de pronto, escucho un ruido y miro alarmado hacia el jardín. Una enorme sorpresa me llevé, entre felicidad y miedo, al verlo a él subiendo por una escalera de pintor y tocando la luna para que le abra. Hernán entró por la ventana y nos saludamos con un tierno beso.

No había ningún deseo extraño ni horny, solo era él quien me sonría y me miraba con sus enormes ojos claros diciéndome "te extrañaba demasiado, tenía que venir a verte", mientras sostenía mis manos y yo temblaba de felicidad y de nervios ya que nunca habían hecho algo así por mí.




Le pedía que hable bajito, pero él insistía en reír tiernamente y abrazarme hasta que una luz interrumpió la oscuridad de mi habitación, la puerta se abría y al ver la silueta era mi madre. Con un movimiento fallido intenté decirle a Hernán que se esconda, pero él se puso erguido y miró a mi mamá, quien estaba con cara de desconcierto preguntando quién era y como entró. Hernán, muy seguro de sí, respondió "Señora, buenas noches, disculpe que haya entrado así, soy el novio de su hijo, solo estabamos conversando, no hacíamos nada malo, quería verlo". Sentía pánico y felicidad en esos momentos, jamás presenté a alguien en mi casa, amé como Hernán puso el pecho y afrontó la situación, amé como respondió tan educado y sonriente y amé que me tuviera tomado de la mano en ese momento.

Lo increíble seguía, mi mamá no dijo nada más, solo respondió "está bien, chicos, pero bajen a la sala". Al bajar estaban todos viendo TV, como cualquier noche en familia, mientras Hernán saludaba uno a uno para luego sentarse conmigo en el sofá. La naturalidad con la que mi familia y mi novio conversaban era increíble, parecía que lo conocían de toda la vida, hicieron "click" muy rápido y ya hasta reian juntos, lo mejor de todo es que mientras ellos hacían eso, Hernán estaba sentado, con su brazo rodeando mi espalda, abrazándome, y yo semi recostado en él, me sentía tan feliz, jamás había sentido una emoción tan bonita con alguien, por fin había encontrado lo que deseaba en alguien y mi familia era feliz por mí también.

De pronto, todo se nubló y desperté, me pregunté, en verdad fue un sueño? mis ojos tenían lágrimas, pero no de pena, si no de felicidad.

Este sueño me hizo reflexionar muchísimo sobre lo que en verdad anhelo tener con alguien y qué papel cumpliré con esa persona.

Ojalá mi sueño se haga realidad...

No hay comentarios:

Publicar un comentario