miércoles, 20 de marzo de 2019

Un momento feliz

Era una noche oscura y silenciosa, estaba acomodado en mi cama junto a la ventana, una cama algo extraña ya que se parecía a un camarote, de pronto, escucho un ruido y miro alarmado hacia el jardín. Una enorme sorpresa me llevé, entre felicidad y miedo, al verlo a él subiendo por una escalera de pintor y tocando la luna para que le abra. Hernán entró por la ventana y nos saludamos con un tierno beso.

No había ningún deseo extraño ni horny, solo era él quien me sonría y me miraba con sus enormes ojos claros diciéndome "te extrañaba demasiado, tenía que venir a verte", mientras sostenía mis manos y yo temblaba de felicidad y de nervios ya que nunca habían hecho algo así por mí.